Bienvenidos

Hemos creado este blog para compartir los avances de nuestro proyecto de investigación en la I.E. Guaimaral.

La clase de investigación que realizaremos es la investigación- acción

Padre de la investigación- acción. Consideraba que "el conocimiento de las leyes era insuficiente para la acción;sólo por medio de experimentos de campo podían los individuos alcanzar el conocimiento práctico para llevar a cabo mejoras sociales".Lewin (1947b)

La Investigación acción contruye un estudio de caso, relacionando el heho con un contexto. Nosotros llevaremos a cabo ese estudio de caso en la Institución Educativa de Guaimaral.

Por último Mencionaremos el Modelo que vamos a utilizar para realizar este proyecto investigativo. Modelo CIPP. De esta manera comenzamos exponiendo la evaluación del contexto de la Institución Educativa de Guaimaral.

lunes, 14 de marzo de 2016

Plan de mejora: Historia en Colombia



Las sociedades en el mundo a lo largo de la historia han considerado la educación como un pilar fundamental para el desarrollo de la humanidad; y es por eso que aunque esta goza de reconocimiento hasta ser catalogada de imprescindible para todos los seres humanos, no escapa de continuos cuestionamientos y hasta ser culpada de algunas problemáticas que el ser humano ha afrontado a lo largo de los tiempos y aún no ha logrado solucionar.

Dada la importancia de la actividad educativa en el mundo, esta ha sido siempre materia de análisis, reflexión e investigación por parte de expertos, dependiendo claro de la época, el contexto, los intereses colectivos e individuales, el poder, etc. Sin embargo, todos, o la mayoría coinciden en cambiar, renovar, transformar, innovar o mejorar la práctica educativa, con el fin de que en las escuelas formen mejores seres humanos en beneficio de la sociedad.

Para la segunda mitad del siglo XX se consideró que el mejoramiento de la escuela se podía conseguir con el mejoramiento de los recursos. Se buscaba el cambio educativo mediante la elaboración y difusión de materiales didácticos que equipos de profesores universitarios y psicólogos habían elaborado y que los docentes debían aplicar.

Sin embargo esta estrategia encontró reacciones desfavorables que argumentaban que la mejoría en las escuelas no se lograría con recursos didácticos estandarizados para todas las instituciones y elaborados por personas o profesionales ajenos a ellas. “Los políticos que intentan cambiar las escuelas sin tener en cuenta las dinámicas de cambio dentro de los centros y su contexto están haciendo perder el tiempo y la energía de mucha gente” (McLaughlin, 1990).

Durante la década de los ochenta y noventa en esta búsqueda de la transformación educativa aparece en el escenario la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE como una entidad interesada en apoyar a los países en estos proyectos de mejoramiento o eficacia escolar. ”El mayor impulso para el desarrollo del movimiento de Mejoras en las Escuela en esos años se debe a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)” (Velzen et al., 1985; Hopkins, 1987).

Este interés por el mejoramiento de la calidad  educativa dio lugar, a fínales del siglo XX y comienzos del XXI, a la generación de diversos programas o modelos de mejoramiento que coincidían en los siguientes aspectos: el liderazgo en las instituciones no se debía asumir en forma vertical, sino compartido; al escogerse un modelo de mejora se debe tener en cuenta el contexto de la institución; aunque el mejoramiento debe buscarse en todos los espacios y niveles de la escuela, el fin último o más importante de un plan de mejora debe ser el avance de los alumnos.

También coincidían en que todo PMI  debe estar antecedido por una Autoevaluación institucional que proporcione los escenarios en que se deben priorizar las mejoras, y durante su ejecución debe ser verificado o monitoreado periódicamente con el fin de garantizar su eficacia. Es imprescindible la participación de todos los estamentos de la comunidad educativa.

Nuestro país no estuvo ajeno a esta ola de los planes de mejoramiento, y el ministerio de educación nacional confirmó su incursión en este tipo de propuesta, en el 2008 con la publicación de la primera edición de la guía 34: “GUIA PARA EL MEJORAMIENTO INSTITUCIONAL”. Generándose así, en todas las instituciones educativas del país públicas y privadas un compromiso obligatorio de hacer Planes de Mejoramientos Institucionales (PMI).


Existen diferentes definiciones de lo que es un Plan de mejoramiento: “un esfuerzo sistemático y continuo dirigido a cambiar las condiciones de aprendizaje y otras condiciones internas asociadas en una o más escuelas, con la finalidad última de alcanzar las metas educativas más eficazmente”. (Velzen et al., 195: 48).” El Plan de Mejoramiento, es el instrumento que recoge y articula todas las acciones prioritarias que el programa emprenderá para mejorar aquellas características que tendrán mayor impacto en las prácticas vinculadas con los resultados y el logro de los objetivos del Proyecto Académico
Educativo (PAE) del Programa y con el Plan de Desarrollo Institucional, mediante el proceso de autoevaluación”. (Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia; Proceso de Autoevaluación Institucional y de Programas 2010). También la Guía 34 define al plan de mejoramiento como “un conjunto de medidas establecidas por el rector o director y su equipo de gestión para producir, en un período determinado, cambios significativos en los objetivos estratégicos de la institución.


Para los expertos y así está consignado en la guía 34 del ministerio de educación nacional, todo plan de mejoras debe contener al menos los siguientes componentes: La formulación de objetivos, Formulación de metas; indicadores de resultados; actividades a desarrollar, el cronograma de estas y sus directos responsables; definición de los recursos básicos para el desarrollo del plan; socialización del plan a la comunidad educativa y un instrumento para hacerle seguimiento al propio plan de mejoramiento.


Cada institución debe tener en cuenta que su proceso de mejoramiento es único, de tal forma que hay escuelas apenas iniciando el proceso, otras ya están en su ejecución y otras ya lo tienen institucionalizado, es decir el mejoramiento sistémico hace parte de la cultura institucional.

Finalmente, se puede  afirmar que los planes de mejoramiento se han convertido en una estrategia sistemática e incluyente que tiene como principal objetivo la eficacia y hasta la eficiencia de la escuela, con un objetivo específico y fundamental como es el desarrollo integral de los alumnos.


Colombia ha abanderado este proceso lo que se  evidencia en las publicaciones y compromisos que el ministerio de educación ha delegado a las instituciones educativas en cabeza de sus rectores; en las inversiones que se vienen adelantando en materia de cualificación docente, no es un secreto que el liderazgo que los docentes le impriman a los planes de mejora es fundamental para la consecución de los objetivos trazados; en los acompañamientos que viene realizando a través de programas como el PTA, PNLE, entre otros.

 Ninguna institución independiente de la etapa en que se encuentre su plan de mejora debe sentirse inferior o superior que otra, pero si debe comprometerse con el avance de los resultados si son desfavorables y la sostenibilidad de estos  son satisfactorios.

Por último se puede   decir que los PMI, son un insumo significativo para que las instituciones educativas se interesen por investigar sobre currículo y los profesores se motiven   a realizar  investigación – acción.




Plan de mejoramiento: Generalidades



El plan de mejoramiento es  un mecanismo para identificar las deficiencias, riesgos e incertidumbres presentes al interior de la escuela y poder así trazar una línea de trabajo cooperativo y colaborativo para mejorar estas condiciones y mejorar en procesos de calidad.

Para elaborar un plan de mejoramiento que vaya acorde con la realidad escolar, es necesario partir de procesos de evaluación/autoevaluación reales, donde por medio de la participación institucional se establezcan las prioridades de las necesidades sobre las cuales se realizara su diseño e implementación.



Para la elaboración, ejecución, seguimiento de los Planes de Mejoramiento (PMI) están establecidos unos parámetros que se deben cumplir a cabalidad para ejecutar el proceso de manera eficaz, tales como: Un proceso exhaustivo de evaluación y autoevaluación de las gestiones involucradas para establecer prioridades con relación a los aspectos más relevantes sobre los cuales se va a direccionar el plan de mejora, una vez terminada esta fase se debe definir el área sobre la cual se realizará la intervención para establecer adecuadamente los objetivos indicadores y actividades a realizar.

Los objetivos deben ser realistas, evaluables, concretos y alcanzables para que de esta manera se direccione el PMI de una manera asertiva.

Seguidamente se priorizan las acciones a realizar con absoluta claridad sobre los niveles de ejecución  con relación a tiempo, responsable y alcances mediante la mediación en la toma de decisiones. Se establece un cronograma de actividades donde se exprese de manera clara y precisa procedimientos, actuaciones, recursos, apoyos, personas y evaluación de los aspectos enfatizados en la propuesta de mejoramiento previendo con anticipación los factores de limitación, riesgo o éxito de las mismas.

Con la gestión de los procesos se pretende situar a los usuarios de los centros educativos como el eje sobre el que pivota la mejora de los mismos, por lo que supone un cambio cultural en los centros como organizaciones (Cantón, 2010).


El proceso de seguimiento de los PMI es de suma importancia ya que esta estrategia es la que permite darle cumplimiento a cada una de los objetivos, actividades y metas que se establecen al principio de la intervención y visualizar el grado de cumplimiento de las metas propuestas, de igual manera permite la realización de ajustes necesarios para re direccionar el proceso en caso de ser necesario.