sábado, 13 de junio de 2015

EVOLUCIÓN DEL CURRÍCULO EN COLOMBIA

Julia Mora (2001),  al referirse a  Colombia considera que  la educación en general y el currículo en particular  se han  movido al vaivén de los desarrollos externos, importados en muchos casos, cuando la teoría como la práctica está basada en los  contextos de origen, (Mora, 2012).
Ello sin desconocer los esfuerzos de innovación hechos por ilustres educadores como Don Agustín Nieto Caballero, en el Gimnasio Moderno de Bogotá;  la iniciativa de algunos gobiernos para lograr una mejor calidad en la educación primaria y media a través de asesorías externas de países como Alemania, Francia y Estados Unidos. 
La facultad de educación de la Univalle fue la primera en incluir currículo como asignatura en los programas de formación de docentes para la educación media y Josué Ángel Maya, primer especialista en currículo, influyó en las innovaciones curriculares de esta universidad a partir de 1960.
En Colombia el ingreso del currículo por objetivos desde  la racionalidad técnica anglosajona, a partir de la segunda mitad del siglo xx, se llevó a cabo en el marco del programa  de ayuda económica y social de la Organización  de Estados Americanos, OEA, alianza para el progreso, concertada en 1961.
En las décadas del 60 y 70 siguieron otros programas de ayuda desarrollados en forma conjunta entre Estados Unidos y Colombia, de asesorías al gobierno colombiano para el diseño e implementación de planes de estudio y la preparación de docentes y directivos en estos diseños curriculares. De esta manera, se traían “expertos” al país y a la vez se desplazaban directivos y maestros colombianos a instruirse en estas nuevas teorías para regresar a apoyar la implementación. Como resultado de esta experiencia surgieron en 1969 los Institutos de Enseñanza Media, INEM, posteriormente en la década del 70, los Institutos Técnicos Agrícolas, ITA y las Concentraciones de Desarrollo Rural, CDR. Con estas instituciones se pretendía que los estudiantes contaran con otras destrezas que les facilitara la vinculación en los sectores productivos.
Este ingreso del currículo por objetivos a Colombia que fue promovido con fortaleza desde el Ministerio de Educación Nacional, configura una diferencia del país en la apropiación del campo.
El primer ingreso se presenta para el nivel de educación primaria en todo el país con la expedición en 1963 del decreto 1710, por el cual se adopta el Plan de Estudios de la Educación Primaria colombiana y luego se da  para la educación media con el decreto 80 de 1974.
Hacia 1975, inicia el Programa de Mejoramiento Cualitativo de la Educación. La implementación de la política hizo necesaria la reestructuración tanto del sistema educativo como del Ministerio de Educación Nacional, con tales propósitos se expidió el decreto 088 de 1976: en cuanto a la reorganización del sistema educativo, se establecieron los niveles de Preescolar, Básica (Primaria y Secundaria), Media e Intermedia y Educación Superior; respecto de la reestructuración del MEN, se creó la dirección general de capacitación y perfeccionamiento docente, currículo y medios educativos, a esta dirección se le encargó el diseño de la Reforma Curricular.
Posteriormente, con la promulgación del decreto 1419 de 1978, por el cual se señalan las normas y orientaciones básicas para la administración curricular en los niveles de educación Preescolar, Básica (Primaria y Secundaria), Media Vocacional e Intermedia Profesional, llamado también de Renovación Curricular, se declaró por primera vez la existencia y uso del concepto del currículo:
Se entiende por currículo el conjunto planeado y organizado de actividades, en el que participan alumnos, maestros y comunidad para el logro de los fines y objetivos de la educación.
Con el decreto 1002 de 1984, por el cual se establece el Plan de Estudios para la Educación Preescolar, Básica (Primaria y Secundaria) y Media Vocacional de la Educación Formal colombiana, se dio comienzo a una nueva etapa de la política a través de una implementación gradual para todos los niveles, de Preescolar hasta la Educación Media. Estas normas fueron dadas en el contexto de los desarrollos del currículo técnico estadounidense y con la asesoría de los llamados en su momento, expertos curriculares. (Mora, 2012)
El camino que condujo hacia la estrategia de Renovación Curricular se fue conformando desde distintas circunstancias en nuestra educación.
En relación con los antecedentes a la implementación del programa de Renovación Curricular en Colombia, señala la profesora Clara  Franco (1988): El primer intento por realizar un trabajo curricular global se llevó a cabo con el fin de iniciar en Colombia la diversificación de la Educación Secundaria y Media. Para esto se organizaron a partir de 1968 en el MEN grupos de trabajo curricular destinados a reformular la educación en este nivel, con el fin de dar a los alumnos una educación general y un entrenamiento práctico para su posterior especialización y desempeño laboral.
Ese fue el primer antecedente específico de trabajo curricular organizado en el país, y en el cual se trabajaron los diferentes componentes del currículo: objetivos, contenidos, producción de materiales de instrucción, sistema de evaluación y de capacitación de los docentes.
Del trabajo adelantado al interior del MEN iniciado hacia 1975 en relación con la calidad de la educación en el país, surgió la propuesta de Programa para el Mejoramiento Cualitativo de la Educación Colombiana, la cual trabajó tres aspectos considerados prioritarios para la calidad de la educación: diseño curricular, capacitación de docentes, producción y distribución de recursos educativos. (Mora, 2012)

Por otro lado en el año 1985 se hizo necesaria  la transformación de una universidad tradicional encaminada a formar un hombre culto hacia una universidad moderna orientada a demandas sociales, al servicio del desarrollo económico siempre y cuando formaran fuerzas de trabajo calificado para las tareas de un desarrollo económico acelerado (teoría del capital humano) (Parra y Serna 1988).
OPOSICIÓN INTERNA A LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS DE ESTADO.
A mediados de los ochenta empieza a cuestionarse el modelo de tayler y el enfoque conductista que se le estaba dando a la educación. Para algunos se trataba de un modelo que dejaba poca actividad al docente, su papel se limita simplemente a ser un  seguidor de instrucciones y repetidor de acciones y actividades desarrolladas por otros, reconocidos en esa época como expertos. “Frente a estos hechos, en Colombia se empiezan a sentir las voces de protestas y criticas al diseño curricular de corte conductista por parte de un sector del magisterio y grupos de investigación universitarios, quienes proponen otras actividades pedagógicas; y se inicia de esta manera el primer movimiento pedagógico en Colombia, movimiento que fue acogido por la Federación Colombiana de Educadores (FECODE), que a partir del primer congreso pedagógico realizado en Bucaramanga (1982) y como fruto del mismo, creó la revista educación y cultura como medio de comunicación entre los educadores, los centros de estudio e investigaciones docentes (CEID), la institucionalización de un congreso pedagógico nacional, la creación de las comisiones pedagógicas regionales, y diversos programas radiales como espacios de debate pedagógico.”(Lago De Vergara, Aristizabal, Navas Ríos y Agudelo Celis 2013).

Por otra parte, para enriquecer la discusión, se generaron grupos o colectivos de investigación entre otros: El grupo de Investigación Educativa Federici, cuyo gestor fue el profesor Carlo Federeci, al lado de otros profesores de una Universidad Nacional de Colombia y El grupo Historia de la Práctica Pedagógica; cuyos fundadores pertenecen principalmente a la Universidades de Antioquia, Pedagógica Nacional, del Valle, del Cauca, Javeriana y Nacional.

También encontramos la publicación de diferentes obras, entre otras: Tecnología Educativa y Taylorización de la Educación del profesor Antanas Mockus; El Maestro y el Saber Pedagógico en Colombia y Pedagogía e Historia de Olga Lucia Zuluaga


INTERVENCIONISMO DEL PODER LEGISLATIVO A TRAVÉS DE LA CONSTITUCIÓN DE 1991.
“Posteriormente, con la constitución de 1991, se instituye la primera carta política que en Colombia le dedica un amplio espacio a lo educativo y realiza un cambio en cuanto a la regulación del servicio educativo. Antes de la reforma a la constitución, era el presidente de la republica el encargado de diseñar la política pública educativa; con la nueva constitución se le delega esta función al congreso de la república. Fundamentados en esta constitución, se da la gran reforma educativa colombiana, plasmada en varias leyes: La ley 30 de 1992 o la Ley de la educación superior, la Ley 60 de 1993 referida al aspecto administrativo y financiero, la Ley 115 de 1994 o Ley general de educación que abarca los aspectos académicos y formativos para la educación básica y media y, la Ley 1188 y decreto 1295 de 2010”. (Lago De Vergara, Aristizabal, Navas Ríos y Agudelo Celis 2013).

A partir de la constitución de 1991, el órgano legislativo realiza un aporte significativo a la educación en Colombia a través de la ley 115 de 1994, la cual abrió el camino para la autonomía de las instituciones educativas en diferentes aspectos, entre ellos el currículo. “Otro aspecto a resaltar es la ley 115, ley general de educación es el establecimiento de obligatoriedad del proyecto educativo institucional (PEI) como condición indispensable para cualificar la educación, los procesos pedagógicos y relacionar las escuelas con su entorno. Establece la autonomía escolar reflejada no solo en el PEI sino también en la nueva concepción del currículo que, a partir de los lineamientos generales establecidos por el  MEN, deberá ajustarse a las necesidades culturales, étnicas y al desarrollo científico y tecnológico de las regiones y los municipios.”  (Lago De Vergara, Aristizabal, Navas Ríos y Agudelo Celis 2013).
En materia de educación superior se innova con la utilización del sistema de crédito y el enfoque constructivista. “Esta década del noventa trae nuevos conceptos y enfoques, superando el concepto de plan de estudios, por una visión más amplia del currículo; el sistema de unidades de Labor Académicas (ULAS) cuantificada en horas por el sistema de créditos académicos; el de la enseñanza por aprendizaje,  de contendidos de plan de estudio-asignaturas al de desarrollo y evaluación de aprendizaje por competencia, fundamentándose los lineamientos curriculares en un nuevo paradigma de corte constructivista, desde el cual se puede dar el paso del currículo por objetivos al currículo por procesos. Alguno de los representantes de esta reconceptualizacion curricular apropiados en Colombia fueron: McDonald, Greene, Stenhouse, Eisner y otros, quienes critican el paradigma conductista y proponen un currículo abierto, flexible que tenga presente la cultura social y permita manifestar  aprendizaje atendiendo la naturaleza del conocimiento y no solo a contenidos prefijados en un escritorio.” (Lago De Vergara, Aristizabal, Navas Ríos y Agudelo Celis 2013.

De esta manera se concluye   que el estudio del currículo implica la apreciación de todos los  componentes que interactúan en el accionar escolar, y que no deben  estar desligados del contexto y del momento  histórico, por cuanto es consecuencia de los  mismos.
 Es importante conocer la evolución  y desarrollo del currículo a nivel nacional y mundial para entender las condiciones actuales  en las que se desarrolla y el sentido hacia el cual se orienta, para que garantizar la ejecución de procesos adecuados y que respondan a necesidades reales en la formación de estudiantes para  que interactúen de manera eficiente en su entorno social.

El concepto de currículo  a nivel histórico ha sido una construcción social, y debe ser concebido y  estudiado  sobre  la realidad de las escuelas encaminadas a perfeccionar el perfil de ser humano que se desea formar desde la educación,  específicamente sobre la responsabilidad de ésta en la transformación de la sociedad.


        “Si el Currículum es puente entre la teoría y la acción, entre intenciones o      proyecto  y realidad, es preciso analizar la estructura de la práctica donde queda plasmado, una práctica que responde no sólo a las exigencias curriculares, sin duda, sino profundamente enraizada en una coordenadas previas a cualquier currículo e intención del profesor.” Gimeno Sacristán (1991).

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